Las conferencias de Se gunda Cámara de Samael Aun Weor son las que fueron pronunciadas ante grupos reducidos de estudiantes

PISTIS P I S T I S

 

 

La colección de conferencias de Samael Aun Weor, constituye la parte testimonial de un autor de mas de 60 libros escritos a lo largo de 27 años de trabajo.

Sus libros son un compendio de diversas culturas, religiones y con algunas referencias a autores cuidadosamente seleccionados, enmarcados con revelaciones intimas  y la delineación de lo que en un principio fue solo la develación del camino iniciático, para pasar a ser, con el paso de los años, un planteamiento mas completo denominado “la senda de la Auto Realización Íntima del Ser” y finalmente llegar a ser sintetizado por él en la escueta pero altamente simbólica expresión: “el camino de la liberación final”.

Si quiséramos...

 

Si quisiéramos resumir todos sus libros podríamos decir que comienzan con la frase: “la iniciación es la misma vida….si quieres la iniciación escríbela sobre una vara…esa “vara” es tu columna vertebral”.

Iniciando así una  prolífica actividad que lo hace esmerarse en describir los procesos para el “despertar del Kundalini”, su ascenso por la columna vertebral, las cuidadosas y estrictas reglas que lo rigen, denominadas por el “los méritos del corazón”,  así como sus implicaciones practicas, es decir, grados y facultades que le son inherentes, lo cual ocurre casi simultáneamente a su  etapa de divulgador y a un rasgo que  le  caracterizó toda su vida: la de investigador.  Esto se acentuó especialmente cuando en la década de los 50`s   asumió  la investidura de “Avatara –mensajero- de la nueva Era de Acuario” y esgrimirlo como la razón para escribir tantos libros de temática tan variada.

Sin embargo,  inexorablemente, sus últimos libros culminan en una descripción detallada y  amplia de el proceso de cristificación, y que además es única por ser transmitida en primera persona. 

Dado que el desarrollo interior, así como el lo plantea, tiene mucho que ver con las experiencias místicas o “vivencias en los mundos internos”, pues se basa en el despertar de la conciencia, es importante saber que dejó un manuscrito, que fue publicado póstumamente en forma de libro y titulado “para los pocos”, en los que advierte en forma premonitoria: “Toda visión verdaderamente positiva, debe estar totalmente corroborada por los hechos concretos del mundo físico... La Verdad no se aleja de la naturaleza humana".  “Si lo que consideramos verdad se aparta de la naturaleza humana, entonces, no puede ser verdad”.  Y que no deja de llamar la atención pues desde sus primeros libros advirtió que estos conocimientos, divulgados y organizados por él a manera de enseñanza, no son para las multitudes, sino “Para los pocos”. 

 

El primer libro que escribió fue publicado en Ciénega, Colombia, en el año de 1950.  Se tituló: El Matrimonio Perfecto o La Puerta de entrada a la Iniciación” y estaba firmado por “AUN WEOR”.  Se editaron 2000 ejemplares, los cuales  fueron distribuidos entre discípulos y  conocidos, pronto se fueron difundiendo de mano en mano y enviados por correo a otras ciudades y países de Sur América, su efecto no tardó en generar  la llegada al autor de cartas tanto de Colombia como de otros países, y de esta forma se fue gestando el Movimiento Gnóstico.

 

El lenguaje  práctico y directo que utilizó en ese su primer libro, rasgo que predominó en su estilo literario, chocó frontalmente con el esoterismo en boga en aquella época, que estaba dominado por la literatura esotérica del siglo XIX y de la primera mitad del XX, predominantemente de origen Europeo.  El tono de sus primeros escritos son un reflejo de la problemática local de esa época; con beligerancia y afirmaciones audaces logró abrirse paso y llamar la atención.

 

En las primeras obras escritas encontramos elementos de las enseñanzas Rosacruces, Teosoficas, etc.,  ya que perteneció a varias de ellas en su etapa juvenil.  Años después es notoria la presencia de las enseñanzas de Krishnamurti y Gurdjieff en sus libros.

 

En esas primeras obras y en sus disertaciones es posible encontrar citas y referencias explicitas a Arnoldo Krumm Heller en lo relacionado a los Rosacruces, a Elena Petronila Bavatsky y su amplia literatura Teosófica, a Krishnamurti en relación a la meditación y el análisis de la mente y a Gurdjieff en lo relacionado al Cuarto Camino.

 

Todos ellos autores de amplio conocimiento en la literatura esotérica de la época de su formación. El comentaba que leía poco y que le gustaba meditar en lo que leía e investigar en los mundos internos el sentido de las afirmaciones de los autores.  Se ha publicado un caso ilustrativo de esta actitud respecto a las coincidencias con otros autores, la cual corresponde a un anotación al margen del libro “Relatos de Belcebú a su nieto”, escrito por Gurdjieff:  “Repetir como loros, escribiendo lo que otros escribieron es deterioro mental, degeneración. Empero, vestir nuestras propias ideas y experiencias vividas, con rico lenguaje y citas de textos y autores, es indispensable para hacer obra grande en favor de la Humanidad”.  Su autor preferido, según sus personas allegadas, fue Fulcanelli.

 

Los libros de años posteriores a esa etapa que el denominaba como del “dehierbe y preparación del terreno” propias de los agricultores antes de sembrar, se caracterizan por abarcar las  temáticas enfocadas al desarrollo interior o proceso iniciático, con un marcado esmero en asegurar solo lo que ya hubiera experimentado personalmente.

  

 

Haciendo un análisis...

 

Haciendo un análisis cronológico de su obra escrita, es posible identificar en sus libros los conocimientos que iba adquiriendo en su propio proceso iniciático; así podemos describir el siguiente orden:

 

Iniciaciones de misterios menores: El Matrimonio Perfecto de Kinder o Puerta de Entrada a la Iniciación. (1950)

 

Iniciaciones de Misterios Mayores:

 

Primera Iniciación, Libro "La Revolución de Bel" (1950), Segunda Iniciación, Libro "Apuntes Secretos de un Gurú" (1952), Tercera Iniciación, Libro Las Siete Palabras (1953), Cuarta
 Iniciación,  Libro Rosa Ígnea (1954), Quinta Iniciación, Libro Voluntad Cristo (1959)

 

En el año de 1954 se dio el nacimiento espiritual, es decir la encarnación de su Real Ser, por lo que a partir de esa fecha comenzó a firmar sus libros como SAMAEL AUN WEOR.

 

Las reacciones a los libros no solo incluían entusiasmo y seguidores, sino también detractores, por ejemplo el libro “apuntes secretos de un gurú” lo escribió desde la cárcel, para evitar problemas se recluyó en lo alto de la sierra nevada de Santa Marta, Colombia, sin embargo  aun en la soledad de la Sierra las persecuciones continuaban, por lo que recibió la orden por parte de los maestros de la Logia Blanca, de abandonar Colombia pues su vida corría peligro. Entonces emprendió con  su familia un duro viaje, que los llevó a recorrer todo Centro América hasta llegar a México.

 

En 1955, ya en México, escribió el libroMisterios Mayores”, síntesis de los trabajos iniciáticos que había realizado en las Cinco Iniciaciones de Misterios Mayores. En ese libro, dividido en tres partes, dedicó la tercera parte a dar por primera vez pautas organizativas para el Movimiento Gnóstico, pero todavía estaba reacio a darle forma a una organización como tal se les conocía, por lo que se limitó a  dar indicaciones sobre “El Apostolado” y la necesidad de que surgieran Instructores Gnósticos para que se abriesen “Lumisiales” (puntos o centros de Luz) por todas partes...

 

Al difundir públicamente como de origen Gnóstico sus enseñanzas, es decir identificadas con el Cristianismo y Jesús el Cristo, se esmeró en entregar un Mensaje de navidad cada año, lo cual hizo desde  el año 1952 hasta el 1977.  Con la característica de que a partir del año 1964 los mensajes fueron libros completos escritos, uno cada año, y subtitulados “mensaje de navidad”.

 

Son varios aspectos de sus enseñanzas que tuvieron un desarrollo paulatino hasta llegar a ser lo que son ahora y que se reflejan en su obra escrita:

 

En 1960 fue cuando por primera vez afirmó que las gentes no tienen encarnada su Alma, que sólo poseen un embrión de Alma, y que para encarnar Alma se necesita tener creados los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.

 

Al principio de su labor de difusión pensaba que todos los seres humanos tenían los cuerpos internos, principalmente porque él los tenía, ya que los había creado de otras existencias. Además esas afirmaciones eran parte de la influencia de la literatura esotérica de principios del siglo XX, que daba por hecho que todos los hombres poseían ya los cuerpos internos. Una vez que comprobó que el “animal intelectual”, equivocadamente llamado hombre, no posee los auténticos cuerpos astral, mental y causal, que no nace con ellos, y que debe crearlos intencionalmente, incluyó en sus libros la necesidad del “nacimiento segundo”.

 

En esa etapa, cuando empezó a escribir libros,  no estaba muy claro el tema del Yo, pues  en algunas de sus primera obras utilizó los términos clásicos de la literatura pseudo-ocultista de la época, como “Yo Superior”, “Yo-Cristo”, “Yo Divino”, etc., para referirse a el Ser.  Años después hizo una clara diferenciación entre el SER y el EGO, eliminando radicalmente toda clase de “yoísmo” al referirse a el Ser interno.

 

Una vez alcanzado la claridad en el proceso de eliminación del Ego y el “nacimiento segundo”,  en 1962, sintetizó su propuesta en lo que llamo los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia:

 

La “muerte mística”  (eliminación del ego), el “nacimiento segundo” (la creación de los cuerpos existenciales superiores del Ser) y el “sacrificio por la humanidad” ( esfuerzos dedicados a enseñar a otros el camino de la auto realización).

 

Es a partir de 1963 que habla sintéticamente del por qué y el para qué de la existencia del Movimiento Gnóstico como organización, y en cuanto a contenido los cambios eran cada vez mas evidentes.

 

En el Mensaje de Navidad de 1964-1965,  Técnica para la disolución del Yo”, es notoriamente perceptible ese cambio, Ahí inició el proceso, que el llamaba dar la enseñanza en una “octava superior” como metáfora  del lenguaje musical.

 

A partir de esos años fue que  comenzó a plantear claramente el trabajo psicológico de la muerte del Yo. Durante la etapa previa, los libros de los años cincuenta,  hablaba de “santificación”, y el trabajo sobre los defectos era presentado como una lucha de voluntad, es decir negarse a sí mismo a base de voluntad.

 

Sin embargo a pesar de que ya hablaba de la necesidad de “Morir en si mismo”, aún no había llegado a describir el proceso de la “desintegración” del Yo.  Esto es notorio precisamente en ese libro, en el que seguía enseñando la eliminación del Yo a través de la comprensión.   El Maestro insistió durante varios años en lograr  a través de la comprensiónla eliminación el Yo psicológico, pues así  lo había leído en las enseñanzas del Cuarto Camino de Gurdjieff y en los escritos de Krishnamurti.

 

Para 1966 y en base a sus esfuerzos y dedicación llegó  a la conclusión de que no basta sólo con comprender, descubrió que hace falta “algo más” para eliminar el Ego.  En el mensaje de navidad de ese año El Collar del Budha”, dedicó todo un capítulo, titulado “El Kundalini”, a enseñar por primera vez en su Obra, que sólo la Madre Divinatiene el poder exclusivo para eliminar el Ego. A partir de entonces en todos sus libros insistió, una y otra vez, en esta idea fundamental de la Enseñanza Gnóstica.

 

Adicionalmente comenzó a explicar que la creación de los cuerpos solares es un proceso relacionado con la Madre Divina, por eso se les llama “dos veces nacidos” y que además si no va acompañado de la eliminación de los agregados psíquicos le da al que llega a esas alturas, una doble personalidad, una especie de “doble centro de gravedad” y que denomina el grave peligro de los “Hanassmussen”.

 

La solución a este “problema” lo incluye por primera vez en el Mensaje de Navidad 1967-1968, Curso Esotérico de Magia Rúnica”. Insistiendo, sin lugar a dudas, que la comprensión profunda es necesaria para la eliminación del “yo”, pero solo con la ayuda de la Divina Madre Devi kundalini Shakti, la “serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes”, es esto posible.

 

Este planteamiento, fundamental en sus enseñanzas, lo describió inicialmente como un trabajo delicado y paciente, hasta llegar a especificar, a mediados de los 70´s,  que incluye indispensablemente el arrepentimiento, pues en sus palabras “si el agua no hierve a 100 grados, no se cuece lo que se debe de cocer, no se elimina lo que se debe de eliminar”, es decir hace énfasis en que el proceso de eliminación del ego nos conduce no solo a “aprender a manejar la lanza de eros”, sino también a pasar por “crisis emocionales” producto del arrepentimiento y nos obliga a “pagar el precio” por los errores cometidos.

 

En 1969 hace otra aclaración,  hasta antes de ese año, él creía que a los “Dos Veces Nacidos” les estaba prohibido regresar a la Novena Esfera “por toda la eternidad”, sin embargo descubrió que para entrar en los misterios de la “segunda montaña” es necesario descender de nuevo a la “Fragua Encendida de Vulcano”, así lo escribió en su libro Mi Regreso al Tíbet” (Mensaje de Navidad de 1969).

 

A partir de 1970 y durante los 7 años siguientes (de 1970 a 1977), la Obra de Samael Aun Weor adquiere un nivel aun mas elevado, al grado de considerárseles el mejor resumen de su enseñanza,  en esos años escribió los siguientes libros, todos como mensajes de Navidad, excepto el último.

 

“El Parsifal develado” ( 1970), “El Misterio del Aureo Florecer” ( 1971), “Las Tres Montañas” (1972), “Sí, hay Infierno... Sí, hay Diablo... Sí, hay Karma...” (1973), “La Doctrina Secreta de Anáhuac” (1974), “Tratado de Psicología Revolucionaria” (1975) y  “La Gran Rebelión” (1976).

 

Su último libro fue la “Pistis Sophia develada”, sin embargo no le fue posible terminarlo, por lo que fue publicado en forma póstuma, con explicaciones que cubren solo un poco mas de la mitad del libro, sin embargo son suficientes para darnos un amplio panorama de lo que ese extraordinario libro contiene.

 

 

 

Sus ultimos libros.....

 

Hay quienes aseguran que estos últimos libros son suficientes para tener en nuestras  manos las herramientas completas y eficaces para nuestra propia Auto-realización, aunque la mayoría sigue publicando todos sus libros sin hacer mayor distinción, incluso sin especificar el  año de su publicación original.

 

La primera parte de sus libros corresponde a los que se escribieron entre  los años 1950 y 1963. Fueron 13 años en los que el Maestro creo las bases del Movimiento Gnóstico, escribiendo libros básicos que posteriormente los consideró incipientes, en sus palabras se trata de “libros de kínder”.

 

La segunda parte, que él denominaba Enseñanza Media, se desarrolló entre los años 1964 y 1977, año en que murió. Fueron otros 13 años de intenso trabajo en los que el Maestro, de forma didáctica a través de los Mensajes de Navidad de cada año, entregó claramente las claves del trabajo interior. En estos años instituyó las cátedras que impartió en Tercera Cámara generalizándose la costumbre de  grabarlas,  algunas incluso, con la  intención expresa de convertirlas en libros.

 

La tercera parte, que él denominaba Enseñanza Superior no se entregó como la había vislumbrado; decía que vendría más adelante y que estaba relacionada con su presencia en Europa.

 

Parte de esa enseñanza está en sus cátedras de Tercera Cámara y en los últimos  dos libros La “Gran Rebelion” y la “Pistis Sophia develada”.

 

Latemática que podemos identificar en este nivel de sus enseñanzas y que no tiene antecedentes, es decir no se corresponde con ningún autor  antes que el, tiene como etapa previa las “correcciones” que a manera de precisiones hizo sobre algunos aspectos afirmados por otros autores.  Así,  insistió en recomendar el estudio de las principales obras de H.P. Blavatski haciendo  observaciones específicas a las afirmaciones de esta autora, sobre la verdadera naturaleza del “yo” y el “yo superior” o divino y evitar confundirlos entre sí,  además de ser muy enfático en aclarar la cuestión de los cuerpos internos insistiendo en que no todos los tienen creados, que para crearlos es indispensable saber transmutar las energías sexuales,  dando a conocer toda una serie de explicaciones sobre la ciencia de la alquimia que hace esto posible. Aclaró que en los casos como el de él, que ya nacieron con ellos por haberlos creado en vidas anteriores, el  trabajo se enfoca a “la restauración del fuego”  en dichos cuerpos. Nadie ha explicado la ciencia de la Gran Obra de la manera que la ha hecho el.

 

Con respecto a Krishnamurti ha insistido  en reconocer sus grandes aportaciones propias de un Ser despierto y con conceptos propios, para aclarar que sus métodos de análisis y “liberación” de la mente y la conciencia no son suficientes para eliminar los defectos de tipo psicológicos, a la enseñanza de Krishnamurti le falta el manejo del “fuego sagrado”. En palabras de Samael Aun Weor: : “la mente por si misma no puede alterar fundamentalmente ningún defecto de tipo psicológico, los puede ocultar de sí mismo o de los demás, los puede pasar de un nivel de la mente a otro, pero nunca eliminarlos radicalmente, es decir, reducirlos a “polvareda cósmica”.

 

El mismo trato de respeto y recomendación refleja para con Gurdjieff, de quien tomara buena parte de sus aportaciones y sistematizaciones hechas sobre el despertar de la conciencia, haciendo dos aclaraciones al respecto: que la doctrina de los muchos yoes enseñada por este autor, es de origen Tibetano y una observación mucho mas delicada que subyace en las enseñanza de Gurdjieff  y es la relacionada con haber confundido el fuego serpentino anular o Kundalini, con el órgano kundartiguador. Al negar  los atributos de la Madre Divina en la psiquis humana, la magistral presentación del problema de los yoes y el embotellamiento de la conciencia hecha por Gurdjieff, carece de solución final.

 

Desde su aparición se fueron generando opiniones adversas a la inclusión de citas y referencias de autores como los mencionados en algunas de sus obras, ya que no suelen incluir todos los datos que se exigen en los ambientes académicos, sin que haya evidencias de que lo haya hecho para beneficio personal o  económico, ya que sus libros, mientras vivió,   fueron impresos por métodos de impresión rudimentarios y en editoriales de personas allegadas, es decir no  fueron registrados y cuando estos comenzaron a llegar a las editoriales, en un acto público –el congreso de Guadalajara- renunció a los derechos de autor.

 

Finalmente es la misma naturaleza humana la que hace que los planteamientos coincidan en aspectos básicos, por ejemplo,  las referencias a los “demonios de Set” entre los Egipcios, son los mismos “agregados psíquicos” de que hablan los Lamas tibetanos y obviamente los múltiples “yoes” de las enseñanzas de Gurdjieff.

 

Pero donde las aportaciones de Samael Aun Weor brillan por sí mismas, es decir no están en relación a ningún autor antes que él es en lo que tiene que ver con la naturaleza del Real Ser Interior Profundo y el proceso de integración a que se somete durante el camino que conduce a la suprema meta que él propone: la  auto realización íntima.  También es sumamente notorio  el método que plantea para  conseguirla:  El uso de una especial combinación de anhelos místicos con energía sexual en movimiento. Ya que juntos se constituyen en una formula mágica al alcance de todos, (él la llamaba “magia sexual”), pero de naturaleza tan exigente, demandando tanta paciencia y pureza de propósitos, que contrasta notoriamente con cualquier ofrecimiento de resultados inmediatos que es típico de esta época.

 

Rebasa a los autores antes de él cuando revela la existencia de agregados psíquicos en “la parte oculta de nuestra luna psicológica”, la necesidad de eliminar la personalidad y “las memorias” del ego.   Fue mucho mas allá de la  creación de los cuerpos solares para plantear  su proceso de purificación para ser dignos de ser “tragados por la serpiente”,  se adentró en el sentido esotérico del diablo, es decir  la naturaleza de “lucifer” como dador del “fuego sexual” y el  proceso de “blanquear al diablo”, resumido magistralmente en la frase: “la tentación es fuego….el triunfo sobre la tentación es Luz”.

 

Todo lo anterior fue enmarcado en una vida austera, viviendo en casas rentadas, totalmente dedicada a su misión y que llegó a tener  plena exposición pública pues siempre escribió de lo que estaba viviendo.

 

Sus libros los testimonió en sus pláticas y conferencias, las cuales daba sin textos escritos de apoyo y que sirvieron de marco para ser sometido a constantes e intensos interrogatorios por parte de sus discípulos, solo para dejar constancia de un nivel de comprensión y coherencia admirables.

 

La auto realización interior es un planteamiento común a todas las religiones y filosofías antiguas, por lo que la doctrina de SAMAEL AUN WEOR no pretende ser nueva ni dueña de ninguna exclusividad.  En última instancia es un intento por aclarar y fusionar en un todo los conocimientos necesarios para que cada quien la haga realidad en si mismo.

 

Habló de la evolución pero también de la involución, de la muerte y sobre todo de la resurrección, conocer su obra hace posible entender el significado de la enigmática frase con la que finalizó su mensaje: “con la muerte se mata a la muerte por toda una eternidad”.

 

 

 
 CONFERENCIAS DE SEGUNDA CAMARA
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